Deja caer sus dedos furiosos y pesados sobre un teclado, la tinta es la sangre de quien escribe lo ya dicho una y mil veces. Repite,inevitablemente, el ritual de contarse.
De la casa de enfrente se escucha el sonido de un violín, cada mañana. Los vecinos se acostumbraron a desayunar con sinfonías distintas y desconocidas y bailan un tango antes de ir a trabajar. Mientras camina por una ciudad a la que rotularon de melancólica y pastosa recuerda la imagen de una película en la que dos adolescentes se besaban por primera vez. Esboza una sonrisa. Sube al ómnibus, se aprieta con otros cuerpos que exhalan los primeros humos del invierno. Un asiento contra una ventanilla se libera, al sentarse se acuerda de Marta, la protagonista de Whisky, que sin decir nada lo dice todo.
El conductor del ómnibus escucha una cumbia a todo trapo y baja el volumen cuando un gil sube con su guitarra y entona canciones de Lorca. Los pasajeros miran hacia fuera mientras mueven rítmicamente los pies. El gil se pasa la gorra y recoge el valor de su almuerzo.
Llega al supermercado, marca la tarjeta, una rabia agria le quema el estómago. Finge y no explota. Mira las góndolas e imagina como vacía en el piso de a uno los paquetes de pasta y las latas de conservas mientras manda al mundo a construirse de nuevo. Tararea canciones antisistémicas, se acuerda de Björk en
Bailarina en la oscuridad. Aunque no es tan terrible se dice relativizando
cuando sale a la calle y un pibe lleno de mocos le pide una moneda para
tomar la leche.
Llega a su casa, prende el televisor y hace un zapping por los canales
nacionales en el horario de los informativos y escucha a esos seres reales y animados intentando convencer a miles del otro lado de la pantalla de que esta guerra es reciente. Se acuerda de aquella canción: "el diario no hablaba de mí, ni de ti", corea mientras sale a hacer las compras.
Le golpean la puerta, son unos amigos con un singani barato bajo el brazo y una idea artística que cambiará el mundo. Por una noche se convencen de que ya nada será igual.
martes, junio 27, 2006
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