viernes, noviembre 24, 2006

Todo depende de ti


El gran arte de la vida es hacer de la vida una obra de arte.
Aunque no escribas libros, eres el escritor de tu vida.
Aunque no seas Miguel Ángel, puedes hacer de tu vida una obra maestra.
Aunque no entiendas de cine, ni de cámaras, tu existencia puede transformarse en un film primoroso con Dios de codirector.
Aunque cantes desafinado, tu existencia puede ser una linda canción, que Roberto Carlos envidiaría.
Aunque no entiendas de música, tu vida puede ser una magnífica sinfonía que daría envidia a Beethoven.
Aunque no hayas estudiado en una escuela de comunicaciones, tu vida puede transformarse en un reportaje modelo.
Aunque no tengas gran cultura, puedes cultivar la sabiduría de la caridad.
Aunque tu trabajo sea humilde, puedes convertir tu día en oración.
Aunque tengas cuarenta, sesenta o setenta años, puedes ser joven de espíritu.
Aunque las arrugas ya marquen tu rostro, vale más tu belleza interior.
Aunque tus pies sangren en los tropiezos y piedras del camino, tu rostro puede sonreír.
Aunque tus manos conserven las cicatrices de los problemas y de las incomprensiones, tus labios pueden agradecer.
Aunque las lágrimas amargas recorran tu rostro, tienes un corazón para amar.
Aunque no seas un santo, ni un ángel, en el cielo tienes reservado un lugar.
Todo, todo... depende de ti.



El amor maduro ante los padres ancianos
Hoy te desesperas porque tus padres están viejos y achacosos. Se han convertido en una intromisión en tu apretada agenda, en una verguenza cuando estás con tus amigos.
Comprende. Ahora tus padres están viejos. Es tu oportunidad de reflexionar y crecer en el amor. Los he puesto en tus manos para que aprendas a amar. El problema no son ellos. Eres tu que has olvidado de lo que es amar. Se te ha endurecido el corazón y ahora es el momento de recapacitar. Ahora te llamo al amor para con ellos. El amor todo lo vence.
Si ellos derraman su comida sobre su ropa, si les cuesta atarse los zapatos. Así fuiste tu y ellos te amaron.
Si les cuesta hablar y repiten lo mismo. Así fuiste tu y ellos te amaron.
Si tienen sus manías y sus achaques. Recuerda, así fuiste tu y te amaron.
Si te parecen inútiles y si no comprenden las nuevas tecnologías. Recuerda así fuiste tu y ellos te amaron.
Si caminan muy despacio y sacarlos a pasear requiere de tu paciencia. Recuerda, así fuiste tu y ellos te amaron.
Si se hacen las necesidades en la cama. Recuerda así fuiste tu y te amaron.
Si te gritan y se incomodan sin razón, recuerda los lloriqueos que ellos soportaron de ti. Todo por amor.
Si te dicen que no quieren vivir. Comprende. Solo te están demostrando su dolor y frustración porque sienten ser una molestia en tu vida. Es tu oportunidad para demostrarles con tu amor que ellos son mas bien un don porque los amas. Ellos te están enseñando a amar.
Recuerda, no hace mucho fuiste pequeño y ellos estuvieron a tu lado. Las mismas cosas de que te quejas las hiciste tu y ellos lo comprendieron todo. ¿sabes por qué? porque te amaron.
La misión de tus padres contigo no ha terminado. Yo me serví de ellos para darte vida y formarte en un hombre adulto, ahora te los pongo en tus manos para que te liberes de ti mismo y entres en la madurez del amor.
No temas. Yo estoy a tu lado. Aprende a interpretar lo que te digan a la luz de mis enseñanzas y tendrás paz.

Tu Señor y Salvador, Jesucristo

Un aporte de:
Sandra Valenzuela Q. Santiago de Chile



La cara que pones

No eres responsable de la cara que tienes, eres responsable de la cara que pones ...

Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa.

El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al terminar de subirlas se topó con una puerta semi abierta; lentamente se adentró en el cuarto. Para su sorpresa se dio cuenta que dentro de ese cuarto habían mil perritos más observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos. El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco. Los mil perritos hicieron lo mismo. Posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al ver que los mil perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él.

Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para sí mismo: "¡Qué lugar tan agradable! ¡Voy a venir más seguido a visitarlo!" Tiempo después otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró entrando al mismo cuarto. Pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros mil perritos del cuarto, se sintió amenazado ya que lo estaban mirando de una manera agresiva. Posteriormente empezó a gruñir; obviamente vio como los mil perritos le gruñían a él. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros mil perritos le ladraron también a él. Cuando este perrito salió del cuarto pensó: "¡Qué lugar tan horrible es éste! ¡Nunca más volveré a entrar aquí!"

En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: "La casa de los mil espejos". Todos los rostros del mundo son espejos... Decide cuál rostro llevarás por dentro y ése será el que mostrarás. El reflejo de tus gestos y acciones es lo que proyectas ante los demás. Las cosas más bellas del mundo no se ven ni se tocan, sólo se sienten en el corazón.


NI LA TRISTEZA


Ni la tristeza ni la desilusión ni la incertidumbre, ni la soledad. Nada me impedirá sonreír. Ni el miedo ni la depresión, por mas que sufra mi corazón, nada me impedirá soñar.

En las tempestades y en los difíciles caminos, nada me impedirá creer en Dios, quiero vivir el día de hoy como si fuese el primero, como si fuese el ultimo, como si fuese el único, quiero vivir el momento de ahora, como si aun fuese temprano, como si nunca fuese tarde.

Quiero mantener el optimismo, conservar el equilibrio, fortalecer mi esperanza, recomponer mis energías para prosperar en mi misión y vivir alegre todos los días de mi vida.

Quiero caminar con la seguridad que llegaré, quiero luchar con la seguridad que venceré, quiero buscar con la seguridad que encontraré, quiero saber esperar para poder realizar los ideales de mi ser, en fin... quiero dar lo máximo de mí para vivir intensamente y maravillosamente todos los días de mi vida... nada es mas fuerte que el deseo de vivir.

"De alguna manera, no sólo en Navidad, pero durante todo el año, el gozo que damos a los demás es el gozo que nos viene de vuelta. Y entre más invertimos en bendecir a los pobres, solitarios y tristes, más gozosas posesiones del corazón nos son retribuidas".


Para buscar pues, la calma Interior, no vayan donde todo es calma sino donde no hay paz, y sean ustedes la paz. De esta forma la encontrarán al darla, y la tendrán en la medida en que vean que otros necesitan de ustedes para calmarse.

Autor: John Greenleaf Whittier

martes, noviembre 21, 2006

 

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