Cuando el Señor hizo a la mujer, era su sexto día de trabajo.
Haciendo horas extras... un Ángel apareció y trató de detener al Señor.
"Esto es demasiado trabajo para un solo día, mejor espera hasta mañana para terminar". "Pero no puedo", protestó el Señor. "estoy tan cerca de terminar esta creación por lo que está muy cerca de mi corazón".
El Ángel se acercó y tocó a la mujer "Pero la has hecho tan suave, Señor"
"Ella es suave", asintió el Señor "pero también la hice fuerte. No tienes ni idea de lo que puede resistir o lograr"
El Ángel notó algo y se estiró y tocó la mejilla de la mujer. "Oh, parece que este modelo tiene una pérdida".
"Esa no es una pérdida" - Objetó el Señor "Eso es una lágrima".
"¿Y para qué son las lágrimas?" - Preguntó el Ángel.
El Señor dijo, "La lágrima es la forma en que ella expresa su alegría, su pena, su desilusión, su soledad, su dolor y su orgullo".
El Ángel estaba impresionado. "Eres un genio, Señor, pensaste en todo ya que ¡las mujeres son en verdad asombrosas!"
Las madres tienen fuerza que asombran a los hombres.
Llevan a los hijos, sobrellevan dificultades, llevan pesadas cargas pero se aferran a la felicidad, amor y alegría.
Sonríen cuando quieren gritar.
Cantan cuando quieren llorar.
Lloran cuando están felices y ríen cuando están nerviosas.
Pelean por lo que creen.
Se sublevan contra la injusticia.
No aceptan un "no" por respuesta cuando creen que existe una solución mejor.
No se compran zapatos nuevos pero a sus hijos sí...
Acompañan al médico a un amigo asustado.
Aman incondicionalmente.
Lloran cuando sus hijos sobresalen y ovacionan a sus amigos cuando triunfan.
Se les rompe el corazón cuando un amigo muere.
Sufren cuando pierden a algún miembro de la familia pero son fuertes cuando no hay de donde más sacar fuerzas.
Saben que un abrazo y un beso puede sanar un corazón roto.
Las madres vienen en todos los tamaños, colores y formas.
Manejan, vuelan, caminan o te mandan e-mails para decirte cuánto te quieren.
El corazón de las madres es lo que hace el mundo girar.
Las madres hacen más que dar a luz.
Ellas traen alegría y esperanza. Compasión e ideales.
Sí, ¡el corazón de la madre es asombroso!
¡Bendito sea Dios por darnos a todos una MADRE!
Autor anónimo.
martes, mayo 09, 2006
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