Nada es sólo dulce
Nada es sólo salado
Envuelta entre sábanas
Mirando el pétalo de una flor
Que muere con mi respiración
Cercada por mí invierno
La luz blanca y profunda de este lugar
Me envuelve y desenvuelve
El tiempo es tan sólo un abrir y cerrar de ojos
Lo único real aquí es el cielo y mi infierno
Aún cuando vivo en un rincón oscuro
Rodeada de voces que me alimentan
La solución enamorarme de la muerte
Si esa sería una salida
Soy un ser que en las noches pasa los segundos
En otro mundo
Después de haber amado tanto
Soy la sombra de ese amor
Mis palabras están llenas de tus desencuentros
De tus martirios de mis olvidos
Mi cuerpo está marcado
Del viejo volver a empezar
Del viejo y cansado nunca más
Del viejo y cansado es la última vez
Tengo el silencio entre mis oídos
Y mis palabras están llenas de soledad
Extraño la felicidad
Extraña mi vida desde este abismo
Una oración
Consuélame tú, tú que estas en el cielo y en el subsuelo
Tú que eres más que yo,
Tú que eres la luz, ilumina mis sombras
Yo que no creo en nada, en nadie
Por eso, hoy, me enamoro de la muerte
No hay consuelo en mi cuerpo
Menos en mi alma
Tú debes tenerlo, búscalo y encuéntralo por mí
Llena mis ojos con tu luz, mis oídos con tus palabras
Acaricia mi soledad envuelta en este cuerpo frío
Amen
Sandro Delgado
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