1. Si tienes oportunidad de “estirar las manos”… estíralas. Total los ricos o “el Fisco” tienen mucha plata. Por analogía, si recibes un “sobresueldo”… quédate callado. Total es producto de tu trabajo y no lo has pedido.
2. Siempre ten en cuenta al pituto o “santo en la corte”: para sacarte una infracción de tránsito (recordemos los bullados casos de parlamentarios y senadores), para cancelar fuera del plazo estipulado o pagar menos por un trámite o sencillamente no pagar; para conseguir lo que no es “conseguible”, como entradas “a favor” o “de cortesía”, por ejemplo, en un recital de un cantante o grupo famoso (como ocurre casi siempre en eventos de artistas “de renombre”).
3. Si postulas a un cargo de la administración pública ten en cuenta “el favor político”; una cartita de recomendación o de referencia es esencial, de lo contrario, aunque estés en la terna y seas el de mejor curriculum, no quedarás seleccionado.
4. Si tienes oportunidad de usar el vehículo de la empresa a destajo… hazlo sin remordimientos. Total, la empresa paga. Lo mismo ocurre con material fungible y otros accesorios.
5. Si puedes congraciarte –mediante regalos varios o un asado - a quienes te han “apoyado” en un trámite, diligencia o favor, hazlo con la absoluta certeza que la actividad será bien vista. Serás un tipo “paleteado”.
6. Recuerda que la premisa del corrupto es que cualquier personaje es “corrompible”… si no logras corromperlo, no importa… habrá otro.
7. Si tienes poder, estás a cargo de una gerencia, tienes un puesto con un buen sueldo, potencia y fomenta el proteccionismo (al “chupamedias”, al que te cubre las espaldas, al que aguanta todos tus arrebatos, etc), el compadrazgo y el nepotismo (sin comentarios).
8. Cultiva la imagen de “carepalo”. Si la prensa te consulta sobre un hecho de corrupción que tú deberías conocer (porque eres el jefe, porque era tu pega), niégalo a como dé lugar. Parodiando a un personaje de la farándula: “¿Yo…? En absoluto” (un ejemplo concreto es aquel abogado de Codelco en el reportaje sobre Ricardo Castillo Yáñez emitido hace unos meses por “Chilevisión” confirmando los sobresueldos a la plana mayor de “la gigante estatal”)
9. Pregona una moral intachable, de buen esposo, de trabajador ideal, de buen amigo o amiga; es un “plus” que asegura que el día de mañana ante un “eventual caso de corrupción”, una parte de la población creerá en tu inocencia.
10. Si eres un corrupto de gran calaña, asóciate con otros personajes corruptos, en lo que comúnmente se denomina “Red de Corrupción”. Ojalá que abarcara tanto a peces flacos como gordos (para que puedas chantajearlos en el supuesto caso que se descubra la organización). La corrupción puede ser a nivel de tráfico de influencias, blanqueamiento de papeles, lavado de dinero (fíjese en la pulcritud de los conceptos), entre otros. Sin embargo, la corrupción abarca drogas, armas, petróleo, químicos, etc. y quién sabe qué más.
11. Aprende de los corruptos que fueron descubiertos y fracasaron en sus fechorías: coimas y otros procedimientos de corrupción deben ser afinados en detalle. Evita la exposición pública: el corrupto trabaja en silencio, subrepticiamente.
12. Ten presente que si sospechan de ti, algunos de los epítetos que caerán sobre tu cabeza serán: sinvergüenza, ladrón, coimero, carepalo, (incluso “político”) y toda la jerga coprolálica y grosera habida y por haber.
Con el conocimiento adquirido por la prensa, usted podría perfectamente contribuir a la extensión de este “Manual”, o en su defecto, usarlo como herramienta para develar al corrupto o los casos de corrupción que, muy eventualmente, sacuden a las instituciones de nuestro país.
viernes, marzo 20, 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario